Esta casa nace de un lugar muy profundo dentro de mí. Hace 13 años viví una experiencia espiritual que transformó mi vida, donde conocí a muchas personas que fueron maestras y maestros, y que me guiaron a “aprender a levantarme y después a volar”.
Hace 8 años, mi papá fallecio y fue un parteaguas en mi proceso de vida por que sentí la soledad y la oleada de emociones intensas que me hicieron profundizar más en mi y adquirir herramientas para poder flotar en el mar emocional que tenía que atravesar tras su partida.
Hace 6 años decidí emprender y viajar, fue un momento en el que necesitaba irme de todo lo conocido y encontrarme con otras versiones de mi.
Mis 33 años de vida me han llevado a comprender que soy una mujer con una filosofía donde para poder hacer realidad las cosas no basta con solo soñarlas o creer en ti teniendo fe, hay que ponerles acción. Porque la fe sin obras es fe muerta —y no hablo de lo religioso, sino de la relación contigo misma—: si tú no te tienes fe, ¿quién más la va a tener?
Acción, es mi palabra mágica.
Porque si no me muevo o si no hago algo para crear eso que quiero, aunque crea mucho en mi, no voy a poder hacerlo realidad. Comprendí que estas energías en mí son mi fuerza de vida y hacen que pueda ver materializados muchos de mis sueños, proyectos y metas.
De ahí nace Casa Crear.
De pensar en mí y en muchas mujeres como tú, que hemos creado desde proyectos, empresas, negocios hasta vida. Mujeres que a veces tenemos miedo, nos postergamos, nos saboteamos y lo vivimos en soledad. Yo misma lo he hecho. Y he visto a mi mamá, mis hermanas, mis tías, mis primas, mis amigas y mis clientas pasar por lo mismo.
Casa Crear es mi respuesta a eso: el lugar donde habitan las mujeres creadoras.
Donde nos encontramos para recordar que no estamos solas, que nuestras ideas y miedos merecen espacio, y que el acto de crear no es un lujo, sino un llamado vital a transformar el mundo, empezando con nosotras y con los que nos rodean.
Y hay una inspiración fundamental que sostiene este proyecto: mi mamá, ella es una mujer muy creyente y sobre todo de mi misma, ella desde niña me enseño a creer en mi con todo su amor y con todo lo que ella me podía dar, me enseño a creer también en algo más grande que yo y por eso…
A mí lo que me ha guiado desde niña es esa fuerza invisible que algunos llaman Dios, otros Jehová, Alá, yo le llamo fuerza creadora.
Es la que me hace despertar, crear, pensar, imaginar, moverme y aventurarme, la siento en mi conciencia, en mis sueños, en mi intuición. A veces no sé por qué hago lo que hago, pero lo hago: porque me da vida, me llena de alegría, me recuerda que estoy aquí para algo más grande que yo.
Y que me lleva a compartir conocimiento, a servir sin esperar nada a cambio, a pensar en dejar un mundo mejor, a sanar en comunidad y a procurar que la vida de otra persona sea mejor de lo que la encontró.
Creo que sanar nos lleva a crear. Y crear nos lleva a transformar nuestras vidas y las de quienes caminan con nosotras.
—Marcela Barquero, Fundadora & Creadora